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Leonardo Da Vinci es considerado como uno de los artistas más importantes y relevantes de toda la Historia de la Humanidad, reflejo perfecto del Renacimiento italiano, escultor, inventor pero sobre todo pintor, autor de lienzos, cuadros y murales de belleza exquisita que hoy en día son considerados auténticas obras maestras. Una de las más importantes es La Última Cena, un encargo que Leonardo recibió de un duque milanés y en la que plasmó esa imagen bíblica.
El mural, que está directamente pintado al temple y óleo sobre un muro del refectorio de la iglesia de Santa María de la Gracce en Milán, ha dado mucho que hablar desde su creación, no solo por su belleza y su forma, sino sobre todo por los secretos que podría ocultar, ya que Leonardo parecía haber estado siempre en contacto con extrañas logias y grupos que conocían verdades poderosas, y que el pintor italiano se encargó de esconder en sus propias obras.
¿Existe un mensaje oculto en el cuadro de La última cena?
Mucho se ha hablado sobre el significa oculto de esta pintura, y es que fue una obra magna y espectacular que desde luego, guarda una potente simbología mucho más allá de lo religioso. Muchos afirman que en lugar de doce apóstoles solo hay once en el cuadro, ya que la persona que está a la izquierda de Jesús según nuestra visión es de hecho María Magdalena, teniendo un papel preponderante por estar a la diestra de Cristo. Más allá de estas conjeturas, lo que parece evidente es que Leonardo dispuso los colores de las túnicas de los apóstoles y las piedras preciosas que llevan otorgándoles un significado simbólico que tiene que ver con su propia personalidad.
¿Cuántos apóstoles aparecen en el cuadro y por qué no salieron los 12?
Según las especulaciones de algunos escritores, la figura que aparece en el cuadro a la izquierda de Cristo es María Magdalena, aunque otros muchos expertos afirman que en realidad es Juan, uno de los apóstoles más queridos por Jesús y el más joven de todos (de ahí su aspecto algo más “femenino”). Según esta teoría sí que aparecerían los doce apóstoles, algo natural al fin y al cabo, porque se trata de una imagen tomada directamente desde la Biblia y realizada en una iglesia, donde el trabajo de Leonardo durante los tres años que tardó en pintar el cuadro sería mirado con lupa por los dominicos.
Libros que hablan sobre el cuadro de Da Vinci
Hay muchísimos libros que hablan sobre la obra de Leonardo Da Vinci y por supuesto, La Última Cena forma parte de todos ellos porque es una de sus obras maestras. Desde la ficción han sido muchos los que se han acercado al cuadro, como Dan Brown con su Código Da Vinci o Prince y Picknett con La Revelación Templaria. Desde el punto de vista meramente artístico y biográfico encontramos libros tan interesantes como Leonardo Da Vinci, del biógrafo Richard Friedenthal, Leonardo Da Vinci, el Sabio, el Artista, el Pensador, de Eugenio Muntz o uno de los más recientes y esclarecedores, Leonardo: cara a cara, del presentador española Cristian Gálvez, que se ha destacado como uno de los mayores expertos mundiales en la figura del pintor.
La copia de La última cena
En la abadía de Tongerlo, cerca de Amberes, en Bélgica, existe una copia prácticamente exacta del mural de la Última Cena, un calco que, de hecho, incluso ha conseguido resistir mejor el paso del tiempo que la original. ¿Por qué se llevó a cabo esta pintura? Todo apunta al expreso deseo del rey Luis XII de Francia, que tras conquistar Milán se quedó prendado del mural, y trató incluso de llevárselo con él. Ante la imposibilidad de hacerlo, mandó realizar una copia exacta, que es la que se conserva hoy en esa pequeña abadía. Se especula incluso que fue el propio Leonardo el encargado de realizar la misma copia, ya que su trazo es prácticamente calcado al del original, algo casi imposible de conseguir… a no ser que seas un genio como lo era el artista italiano.