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El mundo del cómic lleva casi un siglo sirviendo de válvula de escape y divertimento a millones de apasionados en todo el mundo. Las historietas, ya sean de superhéroes de cualquier otro tema, han conquistado a millones de fans y parece que los cómics vuelven ahora a vivir una era de mucha popularidad. Pero no siempre fueron tan bien considerados. Hasta hace unas décadas, muchos ni siquiera lo consideraban un arte. Fue gracias a gente como Alan Moore que esa percepción cambió.
Nacido en Northampton, Inglaterra, en 1953, ya desde sus inicios Moore demostró una calidad inmensa a la hora de escribir historias, interesándose siempre por el misterio, por lo oculto, por lo que no se ve. En una trayectoria brillantísima, pasó de escribir en revistas de su país a trabajar para las mejores editoriales del mercado, mientras también ofrecía trabajos independientes. Con una personalidad muy peculiar y un estilo inconfundible, Moore se ha convertido en toda una referencia dentro y fuera del mundo del cómic.
From Hell
Alan Moore nunca ha ocultado cierto gusto por la casquería, la violencia y lo sangriento, algo que se refleja muy bien en sus historias. From Hell es su revisión del mito de Jack el Destripador, seguramente el asesino en serie más conocido de la historia, aunque paradójicamente se desconozca su verdadera identidad. En la historia, publicada en los 90, Moore teoriza sobre la posibilidad de que fuera William Withey Gull, el médico real, el verdadero asesino, encargado de acabar con las prostitutas que conocían el secreto del nacimiento de una niña ilegítima dentro del matrimonio real. La historia se considera como una de las mejores novelas gráficas jamás escritas.
V de Vendetta
La actitud misantrópica y contracultural de Moore alcanzó un nuevo cénit con esta novela gráfica en la que se llamaba prácticamente a la revolución a través del anarquismo. En un futuro distópico en el que la sociedad vive con miedo bajo el yugo de un gobierno totalitario, un terrorista comienza a asesinar a altos cargos, siempre oculto bajo una máscara de Guy Fawkes, recordando la historia de este y marcando el 5 de noviembre como el día en el que la sociedad debía cambiar. La historieta fue llevada a la gran pantalla por las hermanas Wachowski tras el éxito de la trilogía Matrix, y hoy en día se ha convertido casi en un filme de culto.
Watchmen
Dándole una vuelta de tuerca al mundo de los superhéroes y llevando al extremo esos traumas que los superhombres parecían tener ya en aquella época, Moore desarrolla en Watchmen un universo en el que las personas con capacidades sobrehumanas permanecen al margen de la sociedad, preguntándose ellos mismos si de verdad pueden ayudar a la humanidad o al contrario, están provocándole un mal. La serie de Watchmen se ha convertido en toda una referencia a la hora del tratamiento de personajes dentro de los cómics, y ha sido también llevada a la gran pantalla, como otras obras populares de Moore, a través de la adaptación del director Zack Snyder.
La liga de los hombres extraordinarios
Solo a un genio de la talla de Moore se le podía ocurrir reunir a un grupo de personajes victorianos clásicos de la literatura británica, como Dorian Grey, el Hombre Invisible o el Capitán Nemo, para convertirlos en agentes secretos al servicio del Imperio. Algo así como una Liga de la Justicia en versión victoriana, que sirvió como base para que Moore diera rienda suelta a sus gustos por ese tipo de literatura y congregará en un mismo universo todos aquellas obras de ciencia ficción y aventuras que tanto le habían influenciado. También hay adaptación de esta obra al cine, aunque no tuvo tanto éxito como las anteriores por la baja calidad de su argumento y los efectos especiales que quedaron desfasados enseguida.